Juan Latino

La historia siempre se guarda sorpresas interesantes. Y, casi por accidente, descubrimos la existencia de un ilustre que merece una entrada en nuestro blog: Juan Latino.

Juan Latino nació en Etiopía, en el 1518. Era hijo de una esclava africana, que compró Elvira Fernández de Córdoba, duquesa de Sessa, y nieta del Gran Capitán. Se crió en Italia, en la zona de Baena, hasta que unos años más tarde fallecen los duques. Gonzalo, hijo de los duques, quedó al cuidado de su abuela materna, que residía en Granada, llevándose a Juan con él.

Juan acompañaba a Gonzalo a sus clases en la Universidad de Granada, pero no le permitían entrar en las aulas, por lo que tenía que escuchar todo desde fuera. Y esto no pasó desapercibido: al parecer, los profesores de la universidad y los compañeros de Gonzalo le apodaron Latino.

Le concedieron la libertad, lo que le permitió obtener el título de Bachiller de Filosofía; no sólo eso, en 1556 se licenció en la Universidad y obtuvo la Cátedra de Gramática y Lengua Latina de la Catedral.

Tradujo clásicos latinos y griegos (de ahí también la razón de su apodo) y llegó a impartir clases en la propia universidad; además, escribió tres obras originales:

Epigramas (1573): diferentes composiciones que dedica a Fernando, hijo de Felipe II y María de Portugal; al Papa Pío V; y el capítulo Austriadis Carmen, poema en el cual habla de la batalla de Lepanto.

De translatione corporum regalium (1576): relato que describe el traslado de los cuerpos de Isabel, madre de Felipe II, María de Portugal (su mujer), y sus dos hermanos Juan y Felipe. Todos ellos, enterrados en Granada, se trasladaron al Monasterio del Escorial.

–  Ad Excellentissimum et Invictissimum D. D. Gonzalum Ferdinandez a Corduba (1585): oda dedicada a Gonzalo, su amigo y protector.