Joaquina Eguaras

Joaquina Eguaras es una avenida que se encuentra en la zona norte de la ciudad. Se construyó aproximadamente en los años 80, y recibe su nombre por una mujer muy interesante de la que nos gustaría hablaros hoy.

Joaquina Eguaras Ibáñez nació en Navarra, pero con dos años su familia se mudó a Granada, debido a que a su padre, militar de profesión, fue trasladado a Granada. Residieron en el barrio del Realejo, donde pasó su infancia.

Estudió primaria y después cursó estudios de Magisterio, para posteriormente convalidarlos por bachillerato y así entrar en la universidad, concretamente en la Facultad de Letras, en 1918; de hecho, al parecer Joaquina fue una de las primeras mujeres que se matriculó y licenció en la Universidad de Granada. Y lo hizo con grandes honores: obtuvo quince matrículas de honor y le concedieron Premio Extraordinario en su licenciatura.

Tras completar sus estudios, trabajó como docente universitaria en Granada, la seleccionaron poco tiempo después para ser profesora de literatura española en el Instituto Local de de Segunda Enseñanza de Baza, y además ingresó al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Aqueólogos, en 1930. Y si todo esto os parece poco, la nombraron directora del Museo Aqueológico.

Un par de años más tarde, con la creación de la Escuela de Estudios Árabes, se incorporó como investigadora becaria, para después ser bibliotecaria y, tras esto, adjunta de la sección de Filología y profesora de Árabe. En varias ocasiones, llegó a compaginar diferentes trabajos, incluso durante los años de la Guerra Civil.

Entre otros cargos, nombramientos y premios, destacar que fue nombrada directora honoraria del Museo Arqueológico por el Ministerio de Educación, así como secretaria de la Comisión de Monumentos de Granada; fue miembro de The Hispanic Society of America y de la Real Academia de la Historia. Le concedieron, entre otras, la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, y la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

Joaquina Eguaras murió en 1981, pero su recuerdo hoy todavía sigue vivo. En la avenida que lleva su nombre, podemos encontrar un pequeño busto.